Dolor de cuello

04 de abril de 2016 Última revisión: 19 de septiembre de 2017

El dolor cervical afecta a un 15,9% de la población, siendo más frecuente en mujeres (21,9%) que en hombres (9,6%).

Causas

Una causa común del dolor cervical es la tensión o distensión muscular debida a las actividades diarias (actividades profesionales, deporte, tareas del hogar, etc).

El dolor cervical o de cuello puede deberse a otro tipo de afecciones:

  • Fibromialgia
  • Artritis cervical o espondilosis
  • Ruptura de disco
  • Pequeñas fracturas de la columna por osteoporosis
  • Estenosis raquídea (estrechamiento del conducto raquídeo)
  • Esguinces
  • Infección de la columna (osteomielitis, disquitis, absceso)
  • Tortícolis
  • Cáncer

El dolor de cuello que se acompaña de dolor musculoesquelético general, deriva la posibilidad de fibromialgia, mientras que el dolor de cuello con sinovitis (inflamación de la membrana sinovial) de las articulaciones periféricas sugiere artritis reumatoide u otra artropatía inflamatoria. En estos casos, la columna cervical probablemente no será el mejor sitio para indagar. Cuando el problema es más crónico y confinado a la región del cuello y hombros, especialmente en sujetos mayores, las enfermedades degenerativas son más probables, y unas simples radiografías pueden auxiliar en el diagnóstico.

Síndromes especiales del dolor del cuello

  • Lesión de latigazo cervical: el síndrome de la lesión del tejido blando, llamado de “latigazo” cervical, resulta a menudo de choques automovilísticos por la parte trasera, frecuentemente cuando el cinturón de seguridad está abrochado. La cabeza primero se flexiona y enseguida hiperextiende con gran fuerza más allá de su rango normal de movimiento. Las estructuras afectadas pueden incluir músculos, tendones, articulaciones, ligamentos y quizá hasta las raíces de los nervios.
  • Enfermedad degenerativa del disco y las articulaciones: en individuos jóvenes, la herniación del núcleo pulposo de los discos cervicales puede causar radiculopatías (radiculopatía se refiere a la pérdida o disminución de la función sensitiva o motora de una raíz nerviosa) con dolor intenso. En los pacientes de edades mediana y avanzada, los problemas cervicales relacionados con los discos vertebrales y degeneración articular usualmente resultan de la compresión de estructuras nerviosas. El síndrome más común que puede resultar de la enfermedad degenerativa de los discos y enfermedad degenerativa del cuello consiste en dolor en cuello, hombro y brazo, a menudo imperando en un lado y agravado u ocasionado por la flexión lateral de la cabeza hacia ese lado.
  • Artritis inflamatoria: la artritis inflamatoria es una agrupación de tipos de artritis, las cuales afectan al sistema inmunológico. En este tipo de trastornos autoinmunes, el cuerpo envía mensajes erróneos a las células que ejercen la función inmune, incluyendo los glóbulos blancos, haciéndoles que ataquen a los propios tejidos del cuerpo. Los tejidos dañados terminan por causar deformidad, inestabilidad y cicatrización dentro de las articulaciones. Estas enfermedades se caracterizan por la presencia de glóbulos blancos en el fluido articular.
  • Artritis reumatoide: la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que los anticuerpos desarrollados por el cuerpo atacan la membrana sinovial que rodea cada articulación. Esto causa la inflamación crónica de las articulaciones.
  • Espondilitis anquilosante: de todas las artropatías inflamatorias, la espondilitis anquilosante es la que más puede afectar la espina cervical y causar dolor en el cuello. La manifestación cervical es típicamente tardía, muchas veces después de años de dolencias torácico-lumbares.
  • Estenosis espinal: la estenosis consiste en que los pequeños conductos entre las vértebras por los que pasan los nervios se estrechan, lo que puede comprimir y atrapar la médula espinal y/o las raíces nerviosas espinales. La estenosis puede provocar dolor en el cuello, hombro y brazos si los nervios no funcionan con normalidad debido a esta presión.

Media:

La información proporcionada en Dolor.com no pretende sustituir el diagnóstico, el tratamiento o las recomendaciones de su médico. Si usted es un profesional sanitario, le recomendamos que lea atentamente las consideraciones generales para controlar el abordaje del dolor con cualquier fármaco que contenga un mecanismo de acción opioide.