La fisura anal es un pequeño desgarro o herida en la piel del ano, que causa dolor intenso y, a veces, sangrado cuando se intenta defecar.1
Las medidas higiénico-dietéticas y los cambios en el estilo de vida son necesarios en el tratamiento de toda patología anorrectal.2
Dado que las fisuras anales están estrechamente relacionadas con el estreñimiento, las recomendaciones nutricionales van encaminadas a combatir o prevenir el estreñimiento.3
Lo más importante es evitar el estreñimiento, que provoca evacuaciones traumáticas, y aliviar el dolor. Para ello, es fundamental aumentar la ingesta de fibra, ya que aumenta el peso y el tamaño de las heces y las ablanda. Una materia fecal voluminosa es más fácil de evacuar.3
Pero para que la fibra realice su función es necesario aumentar el consumo de agua y líquidos, ya que la fibra absorbe líquido

