La adherencia a los tratamientos de dolor crónico en España

15 de diciembre de 2021

La adherencia al tratamiento sigue siendo en nuestra sociedad un problema que va más allá del control o curación de una patología. Son muchos los factores implicados en este fracaso terapéutico que además de producir insatisfacción en el paciente supone una merma de la calidad asistencial y costes al sistema.

El Observatorio del Dolor es una organización vinculada a la Universidad de Cádiz, que tiene por objetivo conocer la situación del dolor en nuestro entorno social. Mediante la realización de encuestas sobre muestras representativas de la población española y/o grupos especiales de población, genera un sistema de información específico sobre las opiniones sobre dolor para, a continuación, difundir los resultados en informes específicos1

En noviembre de 2020, el Observatorio del Dolor publicó en la revista científica Journal of Clinical Medicine los resultados de un estudio realizado en España: “A nationwide cross-sectional study of self-reported adherence and factors associated with analgesic treatment in people with chronic pain” (Estudio transversal nacional de adherencia autorreportada y factores asociados con el tratamiento analgésico en personas con dolor crónico). En este trabajo, encontramos datos muy interesantes sobre la adherencia que los pacientes de dolor crónico españoles tienen a los tratamientos de dolor2.

La publicación de este informe vuelve a poner de actualidad el problema de la adherencia a los tratamientos y más concretamente a los tratamientos para el dolor crónico. Aprovechando su publicación, repasamos aquí algunos aspectos de este complejo problema.

La adherencia: la barrera hacia la eficacia

Desde hace algunas décadas, el cuidado de los pacientes ha pasado a estar enfocado en el manejo de la enfermedad y la mejora de su calidad de vida3. La falta de adherencia es un obstáculo desde este punto de vista.

Según la Organización Mundial de la Salud, la adherencia a las terapias de larga duración se define como “el grado en el que el comportamiento de una persona que toma una medicación, sigue una dieta o realiza cambios en su estilo de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con su médico”4.

En los países desarrollados la adherencia de los pacientes con enfermedades crónicas es del 50%, y el dato es menor en países en vías de desarrollo5. Es decir, sólo toman aproximadamente la mitad de sus dosis, y muchos de ellos abandonan el tratamiento por completo.

En el otro extremo, la falta de adherencia a la medicación se define frecuentemente como tomar menos del 80% de las dosis prescritas, o tomar más dosis de las recomendadas. La falta de adherencia se asocia a un mayor riesgo de mala salud, efectos adversos y mortalidad6.

En las enfermedades crónicas, las intervenciones terapéuticas requieren un compromiso especial por parte de los pacientes y sus familiares que además quieren comprender y compartir las decisiones de tratamiento4.

Por otra parte, la baja adherencia puede reflejar un comportamiento intencionado o no. La falta de adherencia se considera no intencionada cuando un paciente no puede cumplir con las recomendaciones médicas debido a la falta de capacidad o recursos. La no adherencia intencionada se refiere a una decisión activa del paciente de no adherirse a las instrucciones de su médico, que pueden ser influenciadas, entre otros asuntos, por las percepciones individuales sobre la enfermedad2.

La dificultad de medir

La adherencia al tratamiento puede verse afectada por factores demográficos, clínicos o socioeconómicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado estos factores en cinco dimensiones2:

  1. los relacionados con las condiciones socioeconómicas, ya que un nivel socioeconómico bajo puede poner a los pacientes en la posición de tener que elegir entre prioridades
  2. los asociados con la patología, como la gravedad de la enfermedad o la percepción de riesgo de los pacientes
  3. los relacionados con el tratamiento (complejidad del tratamiento, duración del tratamiento, beneficios o eventos adversos)
  4. características de los pacientes (olvido, creencias, percepciones, etc.)
  5. los relacionados con el sistema sanitario y sus profesionales, dado que una buena relación paciente-profesional sanitario puede mejorar la adherencia

Con el objetivo de intentar comprender las razones para la falta de adherencia y la frecuencia con que se produce, un grupo de investigadores de la Universidad Roseman de Ciencias de la Salud en Estados Unidos publicó en 2019 un trabajo en el que evaluaba la utilidad de la Escala de Razones para la Adherencia a la Medicación (MAR-Scale)5.

Se trata de una escala con 20 ítems. Uno de ellos evalúa la frecuencia global de la falta de adherencia, mientras que los otros 19 evalúan razones frecuentemente mencionadas por los pacientes para la falta de adherencia a la medicación. El desarrollo de esta escala busca alinear los motivos de la falta de adherencia con intervenciones adecuadas para corregirlas5.

El estudio evaluó la adherencia en 17 enfermedades crónicas. Para medicaciones orales de uso diario, la falta de adherencia fue desde un 25,2% en diabetes a un 63,7% para el eczema. Los motivos más frecuentes para las 17 enfermedades crónicas fueron: “simplemente lo olvidé”, efectos adversos y coste5.

La situación de los tratamientos de dolor

Según un estudio realizado por Sampaio et al. (Departamento de Biomedicina, Universidad de Oporto, Portugal), el 49% de los pacientes del estudio fueron adherentes después de un año de tratamiento para su dolor crónico4.

En el estudio, la falta de adherencia era del 37% tras 7 días de tratamiento, y aumentó durante los 12 meses de seguimiento hasta el 51%4.

Un resultado interesante fue la categorización cualitativa de las razones para la falta de adherencia en función de grupo ATC de medicamentos prescritos para dolor crónico. El principal motivo en el caso de los analgésicos narcóticos (opioides) fueron los eventos adversos y el retraso en el inicio de acción. En el caso de los AINE, fue la gran preocupación sobre sus posibles efectos adversos y el cambio en la prescripción por otro profesional sanitario4.

La influencia de los médicos en la adherencia

Las barreras para la adherencia están relacionadas con el paciente, pero también con el médico7.

En un trabajo realizado por Margolis y sus colaboradores, se intentó establecer el nivel de adherencia a las guías de tratamiento del dolor en los tratamientos de los pacientes3.

Los resultados mostraron que sólo entre un tercio y la mitad de los pacientes son tratados de acuerdo a las guías3.

La situación en España

El panorama que comentamos refleja que la adherencia a los tratamientos crónicos es un problema importante, por su impacto en los resultados clínicos, la calidad de vida de los pacientes y en los costes sanitarios. Además, es tremendamente complejo. Sus causas pueden estar en la medicación, las comorbilidades, el paciente, los profesionales de la salud o incluso el sistema sanitario, y frecuentemente la falta de adherencia se debe a una combinación de todas las anteriores.

En esta situación, el Observatorio del Dolor realizó en 2019 en España un trabajo de investigación que pretendía establecer los factores asociados a la adherencia a los tratamientos analgésicos en pacientes con dolor crónico2.

El trabajo consistió en un cuestionario completado por 1.066 adultos españoles, entre los que 251 (23,5%) sufrían dolor crónico y 168 (66,9%) se les habían prescrito tratamiento analgésico2.

Entre el 23,5% de la muestra de pacientes con dolor crónico, el 66,9% estaban tomando tratamiento analgésico prescrito por un médico, y el 81,0% tomaron el tratamiento según lo indicado por el médico. Sin embargo, el 17,6% había olvidado tomar la medicación y el 11% había tomado más medicación de la prescrita cuando tenían más dolor, el 46,3% dejó el tratamiento porque se sentía mejor y el 33,3% por empeoramiento, y el 7,3% dejó la medicación por motivos económicos2.

Mayor intensidad del dolor, polimedicación, la vía de administración y algunos factores relacionados con el paciente se asociaron con la adherencia autopercibida al tratamiento. La mayoría de los españoles con dolor crónico consideran que son adherentes a su tratamiento analgésico. Sin embargo, su comportamiento presenta contradicciones2.

Media:

  • Referencias

    1. Quiénes somos. [Internet] Observatorio del dolor [Citado 01 dic 2021]. Disponible en: https://observatoriodeldolor.com/el-observatorio-del-dolor

    2. Ortega-Jiménez P, De Sola H, Salazar A, Dueñas M, Del Reguero L, Failde I. A nationwide cross-sectional study of self-reported adherence and factors associated with analgesic treatment in people with chronic pain. J Clin Med. 2020; 9 (11):3666.

    3. Margolis JM, Princic N, Smith DM, Abraham L, Cappelleri JC, Shah SN, et al. Development of a novel algorithm to determine adherence to chronic pain treatment guidelines using administrative claims. J Pain Res. 2017; 10: 327–339.

    4. Sampaio R, Azevedo LF, Dias CC, Lopes JMC. Non-adherence to pharmacotherapy: A prospective multicentre study about its incidence and its causes perceived by chronic pain patients. Patient Prefer Adherence. 2020; 14: 321–332.

    5. Unni EJ, Sternbach N, Goren A. Using the Medication Adherence Reasons Scale (MAR-Scale) to identify the reasons for non-adherence across multiple disease conditions. Patient Prefer Adherence. 2019; 13: 993–1004.

    6. Nieuwlaat R, Wilczynski N, Navarro T, Hobson N, Jeffery R, Keepanasseril A, et al. Interventions for enhancing medication adherence. Cochrane Database Syst Rev. 2008 Apr 16;(2):CD000011

    7. Stern A, Sánchez-Magro I, Rull M. Chronic noncancer pain intensity is inversely related to analgesic adherence in pain clinics. J Med Econ. 2011; 14(5): 568–575.

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