La falta de vitamina D viene acompañada de numerosas patologías como pueden ser la osteoporosis o alteraciones musculoesqueléticas. Pero además, la evidencia también sugiere una asociación entre la deficiencia de vitamina D y el dolor crónico.1
La forma de adquirir los niveles óptimos puede ser mediante la alimentación y la exposición solar adecuada.2
Sin embargo, cabe destacar que la principal fuente de vitamina D es la síntesis cutánea,2 siendo la ingesta a través de la dieta tan solo el 20% del total.1

