Ilustrando la migraña
En el siguiente video podrá informarse de forma ilustrada acerca de su enfermedad, cuáles son sus síntomas y desencadenantes y cuáles son las opciones de tratamiento:
En el siguiente video podrá informarse de forma ilustrada acerca de su enfermedad, cuáles son sus síntomas y desencadenantes y cuáles son las opciones de tratamiento.
En el siguiente video podrá informarse de forma ilustrada acerca de su enfermedad, cuáles son sus síntomas y desencadenantes y cuáles son las opciones de tratamiento:
La migraña es un tipo de cefalea primaria que se caracteriza por episodios de dolor de cabeza frecuentes1.
Tiene un marcado carácter hereditario2, suele aparecer en la pubertad, es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres y, a menudo, dura toda la vida1.
En España, la migraña afecta aproximadamente a un 12,6% de la población lo que supondría más de 5 millones de personas3. Sin embargo, a menudo es una enfermedad infradiagnosticada y tratada de forma insuficiente4.
En adultos, los episodios de migraña se caracterizan normalmente por cefalea de intensidad moderada a severa, dolor en un solo lado de la cabeza y/o pulsátil que puede durar desde horas hasta 2 o 3 días y empeorar con la actividad física ordinaria1.
El síntoma conexo más característico son las náuseas1: hasta el 74% de los pacientes con migraña sufren náuseas y vómitos regularmente5. Otros síntomas relacionados como la fotofobia y la sonofobia suceden hasta en el 80% de los pacientes6. Sin embargo, en los niños, los episodios suelen durar menos y los síntomas abdominales son más prominentes1.
No está claro exactamente qué causa las migrañas, pero sí sabemos que existen ciertos tipos de situaciones que pueden desencadenar ataques, aunque pueden variar mucho de una persona a otra7.
La migraña es una patología crónica para la que no existe un tratamiento curativo, pero es una enfermedad controlable9. El tratamiento de la migraña debe adaptarse a las necesidades de cada paciente10. Su objetivo es reducir la frecuencia de las crisis, su duración y la intensidad de los síntomas, generando el menor número posible de efectos adversos. Para ello se dispone de terapias farmacológicas y no farmacológicas11.
Las intervenciones no farmacológicas engloban pequeñas variaciones en ciertos aspectos de la rutina diaria de los pacientes que pueden ayudar a reducir la probabilidad de un ataque de migraña, la gravedad de los síntomas, o ambos12. Algunas recomendaciones generales son:
Respecto al tratamiento farmacológico, distinguimos entre tratamientos preventivos, orientados a prevenir la aparición de los síntomas, y los analgésicos, para detenerlos en los episodios de dolor15. La elección del tratamiento siempre dependerá del paciente y ha de ser evaluada por un médico.