El medio que nos rodea puede tener influencia en nuestra percepción del dolor, tanto en el plano físico (la propia sensación dolorosa), como en el psicológico (tristeza, melancolía, estrés, etc.), el social (soledad, hogares insalubres, etc.) y el más trascendental, el sentido de la vida.
El clima, la humedad o el ruido ambiental tienen su impacto en nuestra sensación dolorosa, aquí lo repasamos:

