Nutrición y dolor crónico
31 de agosto de 2020
A nivel global, la ingesta alimentaria inapropiada es la principal causa de mortalidad y el principal factor de riesgo modificable de morbilidad.
Efectos de la optimización de la dieta en el dolor crónico:
- Mejoría de la función de los sistemas nervioso, endocrino e inmune, que impactan directamente en las experiencias dolorosas.
- La pérdida o el mantenimiento del peso reduce la carga de las articulaciones, reduciendo también la meta-inflamación.
- La ingesta alimentaria y nuestro estado de peso tienen un impacto en la severidad de enfermedades crónicas que a menudo se producen al mismo tiempo que el dolor crónico.
Consejos de nutrición y manejo del dolor:
- Los polifenoles, componentes que podemos encontrar en frutas y verduras, tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que reduce la inflamación y ayuda a nuestro cuerpo a protegerse frente al daño oxidativo.
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Ácidos grasos de buena calidad, como el omega-3 o el aceite de oliva, reducen la inflamación y mejoran el sistema inmune.
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Prevenir deficiencias de vitaminas y minerales como la vitamina D, vitamina B12 y magnesio. Las deficiencias de micronutrientes pueden exacerbar el dolor.
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Ingesta de agua. La deshidratación puede incrementar la sensibilidad al dolor, además de que puede tener otros efectos sobre la salud, especialmente en la población anciana.
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La fibra es importante para una buena digestión, un buen mantenimiento de la microbiota y buen manejo del peso.
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Reducir la ingesta de azúcar y alimentos ultraprocesados, que pueden incrementar los procesos de inflamación y oxidación y empeorar así la experiencia del dolor.
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Referencias
1. Brain K, Burrows TL, Rollo ME, Collins CE. Nutrition and chronic pain. [Internet]. International Association for the Study of Pain (IASP); 2020. [Citado 12 Mayo 2020]. Disponible en: http://s3.amazonaws.com/rdcms-iasp/files/production/public/6_Global%20Year%202020%20Nutrition%20and%20Chronic%20Pain%20Fact%20Sheet.pdf