Está demostrado que el ejercicio puede reducir la frecuencia, la gravedad y la duración de los ataques de migraña(1,2). Además, niveles bajos de actividad física y un estilo de vida sedentario están asociados con la migraña (3).
¿De qué forma el ejercicio mejora la migraña? Las responsables son las beta-endorfinas liberadas durante el ejercicio, cuyos niveles son menores en pacientes con migraña(2). Estas hormonas actúan como moderadoras del dolor, reduciendo la transmisión y eficacia de los estímulos sensoriales que lo provocan(4).

Pero, ¿POR DÓNDE EMPEZAR? ¿QUÉ EJERCICIO PRACTICAR Y CON QUÉ FRECUENCIA?
- La recomendación general es ejercitar de 30 a 60 minutos de 3 a 5 veces por semana (o 150 minutos por semana)(3).
- El ejercicio diario puede ser continuo o realizarse en intervalos de menos de 20 minutos(3).
- Empieza poco a poco (¡incluso 5 minutos una vez a la semana!). Para aquellos pacientes con un estilo de vida sedentario, como se ve en una proporción significativa de la población con migraña, el ejercicio ligero a moderado durante menos de 20 minutos sigue siendo beneficioso(3).
- Elije una actividad que disfrutes, ningún tipo de ejercicio es mejor que otro(3).
- Aumenta lentamente la duración y la frecuencia del ejercicio hasta convertirlo en un hábito(3).
- Si por el contrario, relacionas los ataques de migraña con hacer ejercicio, la recomendación es realizar ejercicios de bajo impacto o no anaeróbicos. El yoga es un ejercicio de bajo impacto que ha demostrado tener efectos positivos sobre el dolor y la discapacidad relacionada, ya que implica una mejora de la flexibilidad y reduce el estrés y la ansiedad(5).
Si los dolores de cabeza limitan la actividad, habla con tu médico sobre el tratamiento preventivo y la optimización de tu tratamiento de rescate(3).

