¿Influye la edad de menarquia en el dolor crónico?

20 de febrero de 2023

Mujeres y hombres experimentan de manera diferente el dolor, es decir, hay una clara evidencia de que el género es un factor muy importante en su modulación1. Las diferencias entre hombres y mujeres se manifiestan en la prevalencia, el comportamiento ante el dolor, la búsqueda de tratamiento médico, incluso, en la respuesta a los analgésicos1.

Se ha demostrado que las mujeres perciben más el dolor que los hombres1 y la literatura propone que la diferencia puede deberse a una compleja combinación de factores genéticos, anatómicos, fisiológicos, neuronales, psicológicos y sociales1. Aunque las investigaciones han demostrado una diferente modulación del sistema opioide endógeno como una posible explicación, el factor más claro es, sin ninguna duda, la exposición a las hormonas sexuales1.



El poder de los estrógenos

Los estrógenos parecen jugar un importante papel en la salud osteoarticular de las mujeres. Es conocida su importancia en reducir la osteoporosis y la tasa de fracturas, lo que podría disminuir el riesgo de padecer dolor lumbar2. Por otra parte, la pérdida de los estrógenos tras la menopausia está relacionada con la disminución de masa ósea y el mayor riesgo de osteoporosis en mujeres postmenopáusicas2. También se ha observado un aumento del riesgo de dolor lumbar en embarazadas, posiblemente por su relación con la relaxina2. Además, la literatura apunta a que las mujeres que usan terapia hormonal o anticonceptivos podrían tener un mayor riesgo de dolor lumbar relacionado con los niveles de estrógenos2.

Cambios de los niveles de estrógenos a lo largo de la vida de la mujer

Otros estudios relacionan la variación en la sensibilidad al dolor durante la fase menstrual con la variación de los niveles de estrógenos a lo largo de todo el ciclo. Aunque estos estudios evaluaron los niveles de estrógenos en función de la fase menstrual reportada por la mujer, más que con una determinación hormonal directa, su relación con la variación de la intensidad del dolor parece clara3.

Pero los estrógenos podrían incidir más allá del ámbito osteoarticular y hay estudios que los relacionan con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, a través de su influencia en el crecimiento y tamaño corporal durante la pubertad2.



¿Influye el tiempo de exposición a los estrógenos?

Los estudios del ciclo menstrual evalúan el efecto inmediato de las hormonas sexuales, pero no informan sobre las consecuencias de la exposición a largo plazo, que comienza durante la pubertad y se prolonga durante toda la vida reproductiva de la mujer3. Por otra parte, la menarquia temprana se ha asociado con mayores niveles de estrógenos circulantes en la pubertad durante el ciclo menstrual, y estos niveles permanecen elevados incluso varios años después3. Por tanto, la edad de la menarquia puede servir de medida indirecta de la exposición a los estrógenos a lo largo de la vida reproductiva3. Por ejemplo, ya se ha demostrado una relación clínicamente relevante entre la edad de la primera menstruación y el riesgo de padecer algunos tumores de origen hormonal, como el caso de algunos cánceres de mama3.



Efecto de la edad de la menarquia y de la menopausia en el dolor

Para poder analizar la influencia de la exposición prolongada a los estrógenos sobre cómo sienten el dolor las mujeres son necesarios seguimientos prolongados con un amplio número de participantes. Esto es lo que se propuso el estudio Tromso, un trabajo sobre la salud de la población realizado en el municipio de Tromso, al norte de Noruega, que analiza datos recogidos entre 1974 y 2016. Los datos se incorporaron en 7 olas con 6-7 años de diferencia entre ellas. En 2022 se han publicado las conclusiones de las olas 6 y 7 que analizan los datos de las mujeres participantes en cada ola y una muestra combinada de ambas (n=12.130)3. En este artículo nos centraremos en los resultados de la muestra combinada.

El estudio intenta establecer la relación entre la edad de la menarquia y el riesgo de padecer dolor crónico, los lugares específicos en los que aparece el dolor crónico, las características del dolor y el riesgo de dolor crónico generalizado3.

La edad media de las participantes fue de 54,6 años, y para establecer la edad de la menarquia se excluyeron a las mujeres que reportaron una edad anterior a los 9 años o posterior a los 18. Con estos criterios, la edad de la primera menstruación se estableció en 13,2 años. La prevalencia de dolor crónico en la muestra total se estableció en 40,7%3. El estudio ha demostrado que las mujeres con una edad de menarquia más temprana tenían mayor prevalencia de dolor crónico, de tal manera que un año de retraso en la aparición de la menstruación disminuía el riesgo de padecer dolor crónico en un 2%3. Por otra parte, las mujeres con una menarquia tardía mostraban una prevalencia de dolor crónico similar a la de los hombres3.

Sin embargo, cuando se analizó la prevalencia de dolor crónico en función de la zona corporal afectada, no hubo diferencias en relación de la edad de la menarquia3. Por otra parte, también se estableció una clara dependencia entre la edad de inicio de la menstruación y la duración del dolor, comprobándose que, a menarquia más temprana mayor riesgo de mayor duración del dolor. Un año de retraso en la menarquia reduce el riesgo de padecer un dolor crónico de más de 5 años de duración en un 1%3. En cuanto la presencia de dolor a diario, dolor constante sin pausas o la intensidad del dolor, no se relacionaron con la edad de la aparición de la regla3.


Prevalencia del dolor crónico en 10 regiones del cuerpo en mujeres con menarquia temprana (edad 9-11 años), típica (edad 12-14 años) y tardía (edad 15-18 años). Se utiliza una escala de colores de 0 a 35; las áreas del cuerpo más oscuras presentan mayor prevalencia del dolor crónico3

Prevalencia del dolor crónico en 10 regiones del cuerpo en mujeres con menarquia temprana (edad 9-11 años), típica (edad 12-14 años) y tardía (edad 15-18 años). Se utiliza una escala de colores de 0 a 35; las áreas del cuerpo más oscuras presentan mayor prevalencia del dolor crónico

Figura adaptada de Lund CI.3

Los datos también mostraron que el riesgo de dolor generalizado (presente en un 7,4% de la muestra) dependía de la edad de la menarquia: por cada año de retraso en la aparición de la menstruación se reducía el riesgo de desarrollar dolor crónico generalizado en un 10%3.

Este estudio ha podido establecer una relación clara entre la menarquia temprana y el riesgo de dolor crónico, la duración prolongada del dolor y el riesgo de padecer dolor crónico generalizado3. Sin embargo, no nos aporta datos acerca de la influencia de la edad de la menopausia, que también determina el periodo de exposición a los estrógenos. Para ello contamos con otra investigación de salud poblacional realizado también en Noruega: el estudio Trondelag.

Este trabajo se centró en el dolor lumbar y durante 11 años (1995 a 1997 y 2006 a 2008) recopiló datos de 27.697 mujeres sobre la edad de la menarquia, la edad de la menopausia y el riesgo de padecer dolor lumbar2. En cuanto a la edad de la primera menstruación, los datos son consistentes con los del estudio Tromso, y muestran que las mujeres con una menarquia anterior a los 11 años tienen un riesgo un 32% superior de padecer dolor lumbar que las mujeres con una menarquia en la media de edad (14 años en este estudio)2. La curva de riesgo presentaba una forma de U, y mostraba que las mujeres con una menarquia posterior a los 17 años tenían un 43% más de riesgo2.

Pero este trabajo también ha servido para establecer que la edad de la menopausia no tiene tanta influencia sobre el dolor, ya que no ha podido demostrar una relación entre esta y el riesgo de padecer dolor lumbar. En este sentido, el riesgo estimado fue similar para las mujeres pre y postmenopáusicas2.



¿De qué depende la edad de la menarquia?

En los estudios anteriores, la variabilidad en cuanto a la edad de la menarquia es muy amplia, y abarca desde aproximadamente los 9 años hasta más allá de los 182,3. Esta variabilidad ha llamado la atención de los investigadores, quienes han realizado varios estudios para intentar establecer qué factores influyen en la edad de aparición de la primera regla.

Uno de estos trabajos se realizó en Estados Unidos en 2019 con 946 niñas en edad de menarquia. El estudio pretendía establecer, además de la edad media de la primera regla en las adolescentes americanas, los factores que influyen en la edad de su aparición y la relación entre la menarquia y el tempo de la pubertad (intervalo de tiempo que comienza con el desarrollo de las mamas y termina con la menarquia)4.

En este estudio se estableció que la edad media de aparición del primer periodo estaba en 12,25 años y podría depender de la raza y el índice de masa corporal. Comparadas con las adolescentes de raza negra, las hispanas tendían a presentar una menarquia más temprana, mientras que las chicas asiáticas y blancas tendían a presentar su primer periodo más tarde4.

En cuanto al peso de las adolescentes, aquellas que tenían sobrepeso o eran obesas, tendían a tener su primer periodo una media de 0,3 años antes que la media, mientras que las que presentaban un peso inferior al normal (por debajo del percentil 50) lo tenían 0,5 años después4.

Los investigadores de este trabajo también establecieron una relación entre la edad de comienzo de desarrollo de las mamas y la edad de la menarquia. En concreto midieron el tiempo transcurrido entre la observación del estadio mamario B2 y el momento en que aparecía la primera regla. En la muestra analizada, la media de este tiempo fue de 2,7 años. Comprobaron que las niñas en que B2 se observaba antes de los 8,5 años, tenían un tempo una media de 1,4 años más largo que las niñas en que B2 se observaba después de los 10.5 años4. También en esto se observaron diferencias en cuanto a la raza, ya que mientras que la media en los tempos para las niñas blancas y negras era similar (2,9 y 3 años respectivamente), las adolescentes hispanas y asiáticas presentaban tempos más cortos4.

Otro trabajo realizado con universitarias de Ghana, intentó relacionar el nivel económico de la familia con la edad de la menarquia, llegando a la conclusión de que esta era más temprana en las niñas pertenecientes a familias con mayores ingresos y que vivían en zonas urbanas5. Según estos investigadores, la edad de la primera regla refleja el nivel salud de una población, probablemente por el estado nutricional, que se relaciona con el IMC, un factor determinante de la edad de la menarquia4,5.

Mujeres y hombres experimentan de manera diferente el dolor. La exposición a los estrógenos a lo largo de la vida fértil de las mujeres es un factor clave para explicar esta diferencia. Se ha establecido que cuanto antes comienza esta exposición, es decir, cuando la menarquia es más temprana, el riesgo de padecer dolor crónico, la duración de éste y el riesgo de que se convierta en un dolor crónico generalizado, aumenta. Sin embargo, la edad de la menarquia no es algo modificable, ya que depende de la raza, y del momento de comienzo de desarrollo mamario. A pesar de ello, sí se ha observado una gran influencia del sobrepeso en un adelanto de la edad de aparición de la primera menstruación, lo que apoya los esfuerzos para controlar la epidemia de obesidad entre los niños y adolescentes5.


Autores


Media:

  • Referencias

    1. Pieretti S, Di Giannuario A, Di Giovannandrea R, et al. Gender differences in pain and its relief. Ann Ist Super Sanita. 2016;52(2):184- 189. doi:10.4415/ANN_16_02_09

    2. Heuch I, Heuch I, Hagen K, Storheim K, Zwart JA. Does the risk of chronic low back pain depend on age at menarche or menopause? A populationbased cross-sectional and cohort study: the Trøndelag Health Study. BMJ Open. 2022;12(2):e055118. doi:10.1136/bmjopen-2021-055118

    3. Lund CI, Engdahl B, Rosseland LA, et al. The association between age at menarche and chronic pain outcomes in women: the Tromsø Study, 2007 to 2016. Pain. 2022;Publish Ahead of Print. doi:10.1097/j. pain.0000000000002579

    4. Biro FM, Pajak A, Wolff MS, et al. Age of Menarche in a Longitudinal US Cohort. J Pediatr Adolesc Gynecol. 2018;31(4):339-345. doi:10.1016/j. jpag.2018.05.002

    5. Ameade EPK, Garti HA. Age at Menarche and Factors that Influence It: A Study among Female University Students in Tamale, Northern Ghana. Vitzthum VJ, ed. PLoS ONE. 2016;11(5):e0155310. doi:10.1371/ journal.pone.0155310.

La información proporcionada en Dolor.com no pretende sustituir el diagnóstico, el tratamiento o las recomendaciones de su médico. Si usted es un profesional sanitario, le recomendamos que lea atentamente las consideraciones generales para controlar el abordaje del dolor con cualquier fármaco que contenga un mecanismo de acción opioide.